La crisis

La crisis

“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer” (Bertolt Brecht)

En ocasiones estructuras muy organizadas se ponen en riesgo ante lo inesperado y repentino. Pero quizás esto mismo puede ser el preaviso de sucesos trascendentales que nos exhortan a dar inicio a un movimiento en espiral en la senda evolutiva hacia la toma de Conciencia, en medio de una buena dosis de incertidumbre ante el cambio.

La crisis generalmente implica emergencia que, como lo sugiere el vocablo, eleva el nivel de nuestras vibraciones para surgir con ímpetu a un nuevo orden, lo cual puede leerse como una ventaja imprevista desde la mirada de quien acepta el reto de la renovación para salir fortalecido en la expresión misma del potencial convertido en talento.

De esta manera los obstáculos se tornan en desafíos, la codicia en gratificación de los deseos en términos más humanos y el Plan Mayor en pretexto para desaparecer las jerarquías. Entonces, morir a lo no esencial se vuelve prioridad para nacer a aquello que construye y edifica con el fin de pasar de la evolución a la revolución que lleva consigo las más profundas transformaciones.

De igual modo, la crisis en su justa dimensión interroga al corazón que, cuando escucha desde la voz del silencio, exalta la nobleza, la honestidad y la sinceridad para acunar la semilla de la compasión y el entendimiento que rescatan el colorido de esa inteligencia alineada con el Universo para permitirnos observar pensamientos y emociones sin emitir juicio alguno, en un acto de verdadera devoción en el que el afecto y la ética desplazan la razón. Así florece el amor y fructifica la libertad que renuncia a retener para, simplemente, invitar. La pasión pone fin a los límites y la disciplina supera a los deberes. El optimismo vence la fatiga y las palabras y los gestos comienzan a ser manifestación viva de la alegría que no busca explicaciones porque en nosotros habitan la pureza y la verdad.

En ese orden de ideas, desde el Mago interior cobra fuerza la alquimia para comprender que “hoy es siempre todavía” y que el mundo de las posibilidades espera con paciencia el llamado sereno de la confianza para transmutar la conmoción en aceptación y dejar atrás la mediocridad y el conformismo.

Alejandro Posada Beuth

Sintonízate con lo esencial

Sintonízate con lo esencial

Sintonizarse con lo esencial es darle fuerza a aquello que nos permite crecer y que nos allana el camino para cumplir con lo que nos corresponde dentro del Plan Mayor. Es elevar los ojos al alma…

Gestionar las emociones

Gestionar las emociones

“Tu inteligencia puede ser confusa, pero tus sentimientos nunca te van a mentir»(Rober Ebert)

La vida es movimiento y las emociones son el motor para ello. De hecho, su no expresión (alexitimia), puede llevar a que se presenten hasta un 40 % más de enfermedades. Por este motivo, la manifestación de los sentimientos debe constituirse siempre en una prioridad inaplazable. Satisfacción, plenitud y felicidad pueden ser el resultado de acciones como la cooperación, la compasión y el altruismo.

Para gestionar de manera adecuada las emociones es necesario, ante todo, comprenderlas y empoderarse asertivamente, lo cual lleva a poner en acción la capacidad de modificarlas y controlarlas. Esto es, tener la posibilidad de cambiar el tipo de respuestas frente al pasado y las culpas e igual frente al futuro y las expectativas, para poder centrarse y regular desde el presente las percepciones y expresiones, aún de los propios genes.

La emociones pueden alterar la neurofisiología y con ello la conducta y la capacidad de aprendizaje o la intensidad de los impulsos. Un beso puede descubrir todo aquello que ha estado en silencio. Una mirada puede ser suficiente explicación o un roce el despertar de una experiencia que puede quedar en el registro eterno. Un aroma quizás sea la mejor excusa para evocar al ser querido. En síntesis, todo aquello que nos cuentan los sentidos va a ser el encendido que ponga en marcha dichas emociones.

Lo mezquino puede llevar a la ruina y a la desventura, que aniquilan la felicidad. Por el contrario, todo aquello que se derive del amor puede ser antídoto para el sufrimiento, por lo que vale la pena sembrar las semillas de las correctas relaciones para convertirnos en verdaderos jardineros del alma que hagan perennes los cultivos de ternura que florezcan en colores de libertad.

Transmutar lo impuro en pensamientos valerosos, la agitación en reposo y paz, la negligencia en agrado y simpatía, o la orfandad en protección y bondad, es reorientar la brújula para navegar en la dirección adecuada y pasar de la existencia a la esencia. Es trascender el ego para dar cabida a la intuición y es ofrecer un brindis por la calidez y el afecto.

Alejandro Posada Beuth

Puedes sanarte. Supera tus genes

Puedes sanarte. Supera tus genes

Nos comunicamos a través de vibraciones o patrones frecuenciales que, si se conectan desde el corazón, crean un campo tan intenso que pueden modificar aún la expresión genética y generar todo el proceso de la sanación…

https://youtu.be/L3yMPeGX_Uw
Apatía, empatía y simpatía

Apatía, empatía y simpatía

“Después del amor, la simpatía es la pasión divina del corazón humano”

(Edmund Burke)

Un gesto que invita, una mirada que acompaña, un abrazo que acoge o una actitud de escucha que consuela, son claras muestras de los vínculos que conservamos como integrantes de una comunidad. La sensibilidad por lo que los otros experimentan es producto de la relación con nosotros mismos y del reconocimiento y la aceptación de ese ser humano que habita en nuestro interior. El mismo que deja atrás la desidia y el desgano para hacerse presente y partícipe afectivamente del proceso personal de aquellos con quienes de alguna forma interactuamos.

Trascender de la apatía, el desinterés, la falta de emoción y motivación, a la comprensión de la perspectiva del otro, hasta sentirla como propia, sin emitir juicios y simplemente vibrando en la misma frecuencia, es acercarse a la verdadera empatía, que va más allá del entendimiento y la compañía solidaria (simpatía), para sentir como propio aquello que ese ser advierte o percibe. Y es hacerlo desde el más profundo silencio, desde el respeto por los procesos de aquel a quien escuchamos y con una gran dosis de compasión. Aunque el sufrimiento puede parecer subjetivo, desde esta esfera de Conciencia ya se vive como dolor de humanidad en procura de pulir ese diamante de mil caras que es la colectividad como una sola. Por tanto, cualidades como la humildad y la capacidad de observar desde el centro donde nada perturba y donde el ego es superado, nos permiten respirar juntos y reflexionar para vislumbrar que lo que el otro refleja realmente es parte de nosotros.

Resulta pues, un verdadero privilegio hacer parte de un proceso evolutivo en el que, como seres humanos, podemos sintonizarnos y sincronizarnos con un propósito común: darnos cuenta de que ha llegado el tiempo en el que la razón y el pensamiento transmuten hacia el sentimiento. El momento para que los diálogos sean establecidos desde el perdón y la pureza de móvil, desde la fuerza envolvente del amor, desde la claridad y la transparencia que sólo fluye cuando los apegos son superados por el afecto. Es entonces cuando el intelecto se consolida en el Gran Templo de la Sabiduría para emprender el camino de regreso al Alma y así contribuir al desarrollo del Plan Divino en el que las mezquindades se desvanecen ante el esplendor del Espíritu.

Alejandro Posada Beuth

Pensar mejor para vivir mejor

Pensar mejor para vivir mejor

Cambiar el «chip» de los pensamientos puede modificar por completo tu forma de vivir. El reto está en cambiar los viejos esquemas mentales…

https://youtu.be/M_7LQW7VzBM
Las relaciones humanas

Las relaciones humanas

“Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta”

(San Agustín)

Sumar fuerzas, visiones y recursos son excelentes opciones para constatar, una vez más, que como seres interdependientes somos infinitamente más productivos cuando nos contamos como una sola Unidad. En la medida en que elevamos las vibraciones de la Conciencia y vamos constituyendo el tejido que llamamos Humanidad, de manera espontánea surge la necesidad de aportar y servir sin condiciones en el sendero del despertar.

Estamos constituidos de redes en todos los planos (físico, emocional y mental) que dan soporte y anclaje para que lo que vamos conquistando se consolide y así los yerros y tropiezos sean elevados al carácter de intentos y frutos que nos permitan desplazarnos en compañía de la confianza, la serenidad, la humildad y la calma. Todos estos sentimientos de armonía se tornan en mayores potencialidades porque hacen que el corazón se sincronice con el mundo de las ideas y se exprese a través del lenguaje del amor. De esto sólo pueden brotar acciones de benevolencia, encanto y certidumbre.

Una sola mirada, una sola palabra o un solo gesto, pueden ser suficientes para dar inicio a momentos sincrónicos de inspiración porque esas redes son portadoras intrínsecas de la eficiencia y la eficacia colectivas que derrumban el orgullo y legitiman la autenticidad. De esta manera el presente derrota las culpas y queda la estela como registro del impulso que se obtiene de lo trascendido para volver a la Fuente y recuperar el asombro.

Establecer un código relacional desde lo humano, el respeto, la escala de valores y el silencio cuando fuese necesario, seguramente sea sinónimo de acierto. Desde esos pilares son dictadas las mejores decisiones que, a no dudar, nos sobrepasan como individuos hacia el propósito mayor de lo colectivo sin olvidar la esencia de cada componente. Emerge entonces el poema que, uno a uno en sus versos, hace alusión a la posibilidad de allanar el camino tomados de la mano, con la convicción de que, de esta manera, sellamos el compromiso decidido y la apuesta por el resurgir del fervor, la pasión y el entusiasmo que hagan de cada uno de nuestros actos la mayor ofrenda hacia la consagración para honrar así la misión que nos fue confiada…

Alejandro Posada Beuth

De la intención a la acción

De la intención a la acción

“Si bien la intención es la semilla de la manifestación, la acción es el agua que nutre la semilla”

(Steve Maraboli)

La vida está llena de intentos y errores en el camino evolutivo de la Conciencia y casi podríamos decir que todo lo que existe está ligado a una intención, detrás de la cual hay una motivación suficiente como para cristalizar o materializar los propósitos. Ello implica que, para poder centrarse en ese “algo” que conecta con el deseo, la emoción y el sentimiento, es necesario superar las distracciones que desenfocan la correcta visión.

Cuando se va a la deriva surgen demasiadas opciones que conducen a la parálisis y desperdician habilidades y destrezas. Por eso la capacidad de hacer vínculos o nexos desde ese “vacío” inicial de donde surgen las ideas, con el corazón que les da la fuerza magnética para concretarlas, lleva a que se teja esa urdimbre precisa e imprescindible que genera la acción. Todo está conectado con todo y por tanto, lo que hasta ahora no se ha identificado, solo está esperando un poco más para ser revelado en la medida en que la intensa necesidad lo reclame.

En el poder de la intención residen las aptitudes que conectan con la capacidad de realizar aquello que ha sido establecido como un objetivo y en ese orden de ideas, de él emanan los principios necesarios que permiten vencer las dificultades derivadas del temor, para dar paso a la inspiración y la creatividad que permiten pensar desde el final, para comprender que la vida es aprendizaje y perfecta sintonía con un universo de posibilidades y latencias ilimitadas que esperan manifestarse.

La bondad y la belleza, el respeto y la admiración, el asombro y la fascinación, el ardiente deseo y la pasión son requisitos para buscar lo que es verdaderamente valioso y que va en la dirección del Servicio como expresión máxima del despertar. Por eso la acción debe ser simplemente la consecuencia lógica de la coherencia suprema del Ser, para alinearse con el objetivo mayor dentro del Plan Divino: ¡amar sin resistencia!

Esta es, en síntesis, la fuerza atractora-impulsora donde habita el caudal de las probabilidades, que solo espera el silencio como excusa para poder salir a flote y así convertirnos en co-creadores

Alejandro Posada Beuth

Las 7 palabras y los 7 chakras

Las 7 palabras y los 7 chakras

Hemos vivido los rituales de la Semana Santa repetidamente pero, tal vez, no hemos descubierto los simbolismos maravillosos que se nos muestran algunos de los rituales más importantes. Hacemos aquí un paralelo entre Las 7 palabras, los 7 chakras mayores y la relación con nuestra energía.

https://youtu.be/KLbRrfYXYN0
La atención plena: un camino por recorrer

La atención plena: un camino por recorrer

“A donde vaya tu atención, irán tus emociones”

Ya desde las primeras semanas de vida van surgiendo intereses particulares en relación con lo que perciben nuestros órganos de los sentidos. Son tantas las informaciones que el cerebro comienza a procesar, que debemos filtrar muchas de ellas para enfocarnos en las que vamos considerando relevantes, seguramente motivados por lo que se insinúa como afinidades desde lo experimentado con agrado.

Continue reading