El aprendiz es humilde y espontáneo. Después de realizar el camino de ascenso y conquistar la materia, la energía, la información y la conciencia, sabe que estos son apenas pequeños pasos en el camino de ver con los ojos de Dios más allá de las apariencias, de escuchar desde el corazón de Dios y de crear identificándose como obra suya…