OPORTUNIDAD

OPORTUNIDAD

“Las oportunidades son como los amaneceres: si esperas demasiado tiempo, las echas de menos” William Arthur Ward

Un objetivo cumplido frecuentemente está precedido por un momento propicio al que hay que estar atentos porque pronto será parte del pasado y quizás no se repita de nuevo. Por eso una oportunidad puede ser la mejor manera de despejar el sendero y hacerlo más corto, comprendiendo que se constituye en un verdadero presente de vida.

La inteligencia y el ingenio son puestos a prueba cuando las circunstancias se presentan. No basta con encontrar situaciones adecuadas; es necesario que sean correctamente interpretadas para sacar el mayor provecho de ello e influir de forma real en el curso de la existencia, sin que nos traicionen las dudas que suelen ser las que ponen el sello de “no se puede”.

Siempre hay talentos suficientes que el yo sagrado reconoce y que permiten omitir las creencias limitantes para poder dar paso a esa conversación interior que nos lleva a inspeccionar el mundo de las certezas. Es cuando la mente serena, pero extraordinariamente activa, nos permite ir escribiendo cada página del libro de nuestras vidas y entender que la oportunidad solo estaba esperando que estuviéramos listos a recibirla y prestos a escuchar todas las señales porque, en ocasiones, el ruido de las emociones genera conflictos que no permiten captar lo que el Universo quiere contarnos.

Es importante percibir, sintonizar y conectar con la magia de las oportunidades para poder mirar en positivo y tener actitudes abiertas y confiables que nos permitan obrar y poner en marcha la razón y la imaginación para, de esta forma, estructurar con detalle las metas que vamos dibujando en el panorama de lo cotidiano. Esto implica generar pasión, tomar decisiones, comunicar, ser (más que parecer) y cultivar espacios para que podamos concretar en ese terreno abonado.

La acción nos empodera y nos permite estar despiertos y enfocados en aquello que nos lleva a hacer de la voluntad la mejor herramienta para cristalizar las metas.

Que en adelante cada oportunidad se convierta en el mejor catalizador para cambiar la velocidad de nuestras reacciones y evitar desperdiciar energías. De esta manera podremos llegar más prontamente a ese estado de conciencia en el que reconozcamos que, eso que parecía un obstáculo, era tan solo una exigencia para templar el carácter y cambiar el escenario de la empresa de la vida…

Alejandro Posada Beuth

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