Re-educándonos para re-inventarnos

Re-educándonos para re-inventarnos

Los viejos condicionamientos desde nuestra educación van haciendo que se limiten muchas posibilidades de expresión de los talentos y los dones…

https://youtu.be/HihOGLehp1U



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De la aptitud y la actitud

De la aptitud y la actitud

“Las aptitudes suman… las actitudes multiplican”

Más allá de la biología, los talentos, las habilidades y los dones son alimentados desde la motivación y la disposición. Probablemente nuestros genes portan tintes y matices de privilegio que nos permiten tener ese “algo” innato que nos hace diferentes. Sin embargo, para llegar tan alto como nuestros sueños, no basta con ser aptos; es necesario contar con la inteligencia emocional y la asertividad que nos permitan rescatar la actitud correcta que, dicho sea de paso, depende de decisiones y acciones.

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Renuncia a tus viejas programaciones

Renuncia a tus viejas programaciones

Cambia tu entorno, cambia el manejo de tus tiempos, cambia tu cuerpo y cambiarás tu vida. Modifica tus viejas programaciones y virus mentales y acaricia tu felicidad…

https://youtu.be/qf2MCJRY_EM
El ser frente al hacer

El ser frente al hacer

“Solo es capaz de realizar sus sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto”
León Dandi

Ser “humano” es, de por sí, un compromiso. No es tan simple como el haber encarnado en un cuerpo físico que elegimos para habitar en este mundo. No es tan sencillo como el hecho de realizar una serie de funciones de supervivencia. Tampoco como el aprender algunas habilidades a partir de talentos de los que hayamos sido dotados. Ni mucho menos es reducir nuestra existencia a cuestiones meramente biológicas.

El hecho de “Ser” ya nos invita a desarrollar un grado de Conciencia suficiente, como para comprender que somos interdependientes y que por tanto debemos desarrollar la capacidad de crear vínculos o redes de soporte que nos permitan cumplir cabalmente con ese pedacito de misión que asumimos dentro de un Plan Mayor y al mismo tiempo nos mueva a dejar atrás los miedos o culpas que suelen ser las más grandes fuerzas limitadoras. Esa invitación es también a renunciar a seguir echándonos a cuestas el lastre del pasado y más bien rescatar la levedad (leve-edad, inocencia, espontaneidad, transparencia) que facilite nuestro “hacer” de una manera coherente, clara y orientada al ser-vicio (el vicio de Ser) y así, de esta manera, permitir que esa estela que dejamos al pasar pueda ser una guía clara para quienes nos sucedan.

Una inspiración y sincronización poderosas pueden ser herramientas fundamentales para tales propósitos y significa que también es menester conservar el entusiasmo y alegría en cada labor que desarrollemos. Esto es, producir dopamina y serotonina, moléculas de la pasión y alegría respectivamente, para que el motor de la intención, la determinación y el deseo, se mantenga encendido.

Para ser en el hacer debe existir siempre una buena dosis de humildad, sencillez y modestia que nos permita recordar que estamos conectados con esa Fuente Principal que dio origen a lo que somos y, además, que vale la pena honrar con cada acto el privilegio de ocupar el lugar que nos fue reservado para aportar en el más grande proyecto: ¡la vida!

Lo que parecía imposible, solo está tardando un poco más en manifestarse, esperando pacientemente a que nos dispongamos, porque estamos sólo a un pensamiento de cambiar nuestras vidas…

Alejandro Posada Beuth

Pensar y motivarse para el cambio.

Pensar y motivarse para el cambio.


Pretender realizar cambios exige contactarse con tu mente, tu corazón y tu entorno. Tomar decisiones desde la intención y la Conciencia. Controla tu razón y despierta tu motivación…

https://youtu.be/3Ump0pTSJFw
REINVENTARNOS

REINVENTARNOS

¿Y si creas tu propio futuro en lugar de encontrártelo?

(Mario Alonso Puig)g

Resolución, determinación y valor son requeridos para activar la capacidad adaptativa que nos permita continuar en el proceso evolutivo. Nuestra propia biología es escrita día a día con el registro de cada una las historias que vamos viviendo. Reinventarse es una necesidad más que una opción y desafía nuestra creatividad y potencial innovador que, generalmente, llegan cuando la inspiración tiene cabida desde la conquista del silencio. La plenitud y la alegría surgen como principales activos en semejante propósito y nos llevan a resonar con patrones de frecuencia diferentes que nos conectan con el inagotable mundo de las posibilidades y oportunidades.

En el redescubrimiento de nuestra misión (re-misión), seguramente hemos de enfrentarnos a picos y valles que nos sugieran renunciar deliciosamente a tantas y tantas expectativas que por momentos nos anquilosan. Suele ocurrir que la parálisis surja del exceso de análisis y relegue al optimismo a un segundo plano. Pero… ¿Y si nos atreviéramos a dejar atrás al desaliento y las viejas programaciones o virus mentales? ¿Y si la fuerza y la coherencia fueran el combustible para que cada pensamiento semilla germinara alimentado por el calor de un corazón amoroso? ¿Y si en lugar de pensamientos limitantes, nuestra conciencia se expandiera en comunión con la fertilidad máxima del ingenio y la originalidad? ¿Y si el poema recuperara su lugar de privilegio en los aromas que evocan la presencia en los momentos de ausencia?

La vida es un lienzo en blanco y es el momento para pintarlo con nuestros sueños. Es tiempo de generar pasión e intensidad en cada acción. Es crucial reenfocar la atención para no perderse en lo no esencial. Es el instante preciso para escuchar esa voz que habita en nuestro interior y que incita a iniciar el camino de regreso y así mostrar nuestra mejor versión.

Reinventarse es abrir las puertas a la magia, al júbilo, a la sonrisa y las caricias, al delirio y el desborde, para que la luz rebose nuestro ser y el éxtasis sea el estado natural que avive el fuego que acerque nuestros corazones desde el lenguaje del amor conjugado en presente.

Alejandro Posada Beuth

DE LA APTITUD Y LA ACTITUD

DE LA APTITUD Y LA ACTITUD

“Las aptitudes suman… las actitudes multiplican”

Más allá de la biología, los talentos, las habilidades y los dones son alimentados desde la motivación y la disposición. Probablemente nuestros genes portan tintes y matices de privilegio que nos permiten tener ese “algo” innato que nos hace diferentes. Sin embargo, para llegar tan alto como nuestros sueños, no basta con ser aptos; es necesario contar con la inteligencia emocional y la asertividad que nos permitan rescatar la actitud correcta que, dicho sea de paso, depende de decisiones y acciones.

El reto consiste en desafiar nuestro temperamento heredado y pulir el carácter, de manera responsable, a partir del entorno que fabricamos. Además, se basa en cuestionarnos sobre ¿Cuánto estamos dispuestos a hacer y de qué forma? ¿Hasta dónde llegan nuestros límites para adaptarnos? ¿Cuál es nuestra capacidad de valorar y agradecer? ¿Qué tanta magia, gracia y voluntad ponemos a cada acto? ¿Cuánto tiempo nos atrevemos a estar despiertos para realizar aquello que ocupa el rincón de nuestras fantasías e ilusiones?

Vale la pena pintar de esperanza los esfuerzos. De dicha y aventura los dramas. Optar por el consuelo y el sosiego ante la angustia. Magnificar las ambiciones y quimeras. Reemplazar la fatiga por pasión y algo de locura. La desilusión por buen humor y optimismo. Atreverse en lugar de reprimirse y comenzar sin postergar para llenarse de sensaciones todas nuevas. Acariciar y contemplar cada día a sabiendas de que no habrá otro igual y así poder “recordar el futuro” desde el presente de tu corazón.

Dosificar la respuesta ante la crisis puede transmutarla en fuente de alegría y aprendizaje. La sabiduría evita el desborde de las emociones y conduce a la prudencia, el silencio y la pausa. Los momentos de inspiración surgen de ellos y van de la mano del Humilde y del Maestro como testigos de la evolución de la Conciencia.

¡El potencial está allí! Depende de cada uno dar el primer paso y eso es actitud. Es claro que todo puede cambiar a partir de esa decisión que espera pacientemente el justo momento para nacer de nuevo a lo esencial y renunciar a lo prescindible. Cada instante es propicio si hay cabida para la audacia y la determinación provenientes de las profundidades del ser genuino que invita a la reflexión. Es tan simple como renunciar a la duda. El tiempo de procrastinar ha pasado…

Alejandro Posada Beuth

EL ETERNO APRENDIZ

EL ETERNO APRENDIZ

“El verdadero viaje de aprendizaje consiste en no buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos” (Marcel Proust)

El cerebro humano cuenta con cien mil millones de neuronas en promedio, que pueden generar algo así como cien trillones de conexiones y almacenar 280 trillones de bits de información. Cifras para nada despreciables, pero tal vez más importante aún, es el hecho de que el proceso de aprendizaje no se detiene mientras haya vida. Si estuviéramos recibiendo y almacenando información las 24 horas del día, tardaríamos unos 1.500 años para copar la capacidad de este órgano que, a pesar de su tamaño, (2% del cuerpo) consume el 20% de la energía total del organismo.

Sin embargo, ser un eterno aprendiz, un principiante, un alumno de la vida, exige conservar la humildad como una de las más altas virtudes, acompañada de una actitud de apertura, entusiasmo y renuncia a la crítica, que permita que esa mente del aspirante esté llena de posibilidades. La capacidad de asombro, la creatividad y el optimismo son requisitos indispensables para acceder a la infinita riqueza del conocimiento.

Proyectarse hacia la excelencia desde ese eterno aprendiz es activar la modestia y la paciencia. Es también atreverse a aprender de los otros y con los otros para generar la confianza suficiente como para que los vínculos afectivos se conviertan en los mejores maestros y facilitadores de los procesos y experiencias de formación. Es seguir maravillándose con las pequeñas cosas: contemplar un amanecer, disfrutar de la lluvia o contagiarse con la sonrisa de un niño. Es dejar a un lado la vanidad, con la que puedes ganar una batalla, para dar paso a la humildad con la que puedes evitar ir a la guerra, sin ser pusilánime pero sí reconociéndote vulnerable. Es aprender a decir “lo siento” o simplemente “no sé”. Es trascender la soberbia desde la dignidad y diferenciar el servicio del servilismo. Es enterarte de tus limitaciones para actuar en consecuencia. Es renunciar al status para mirar hacia abajo desde la compasión. Es aceptar o dar un consejo en el justo momento. Es honrar al otro en lugar de presumir.

Aprender es, además, aprehender: tomar lo mejor de tu entorno para conservar la ilusión y la alegría suficientes como para permitirte mantener a flor de piel tu capacidad de gozo, de alimentar tus sueños y de encontrar razones para que cada segundo sea vivido intensamente desde la ternura y fuerza de tu corazón…

Alejandro Posada Beuth

EL ARTE DE “SALUD-DAR”

EL ARTE DE “SALUD-DAR”

“El miedo tocó a mi puerta. El amor abrió y no había nadie”

(Proverbio chino)

Saludar: dar salud. Desde el mismo momento en que estrechas la mano de alguien, muchas cosas se están diciendo en un lenguaje no verbal, porque “las manos son la prolongación del corazón” y más allá de una simple cortesía, hay una alquimia en proceso que se traduce en una comunión con el otro para decirle: “me importas, haces parte de mi”.  Trascendiendo las palabras de afecto o respeto, se empieza a revelar toda una historia viva y llena de sueños, frustraciones, logros, expectativas que, a través de ese gesto, esperan encontrar eco en el centro donde habita el amor.

Sin lugar a dudas la energía se pone en movimiento y casi hay respuestas inmediatas ante una expresión tan simple como “hola”, o ante un guiño inocente o quizás al levantar las cejas en señal de acogida. ¿Quién iba a decir que tal vez un abrazo comienza a gestarse de una forma tan ingenua? Y más aún, ¿Quién iba a pensar que algo tan sencillo podría cambiar nuestros patrones de relacionamiento y a hacer que la cotidianidad sea más amable?

Re-conocer al otro (volverse a conocer) es un privilegio que nos recuerda la necesidad de crear vínculos, de relacionarnos y crear alianzas, pero todo parte desde la propia contemplación interior: la manera como nos comunicamos con los otros refleja, ciertamente, como cada una de nuestras células reciben con claridad un mensaje del que dependerá su fisiología. Por tanto, la sola intención afectuosa, apasionada y tierna ya es contagiosa y probablemente suficiente para desencadenar toda una “pandemia de amor”. Si a esto se suma una buena dosis de asombro, seguramente las consecuencias lógicas serán la coherencia, la correspondencia y la afinidad.

Llenarse de valor, sonreír, aportar un gramo de optimismo y alegría, probablemente te lleve a comprender que el sufrimiento es pasajero, que el aprecio, la admiración y el respeto residen en el silencio y que el milagro de la vida está en el segundo que vives intensamente en presente.

Transmite pasión en tu saludo, genera en el otro la invitación a tomar riesgos, rescata tu música y la de quien se cruza contigo. Rompe el hielo irradiando el calor de tus genuinos sentimientos y conjuga el verbo amar en cada acto…

Alejandro Posada Beuth

Motivarse para el cambio.

Pretender realizar cambios exige contactarse con tu mente, tu corazón y tu entorno. Tomar decisiones desde la intención y la Conciencia. Controla tu razón y despierta tu motivación…

https://www.youtube.com/watch?v=3Ump0pTSJFw