Las relaciones humanas

Las relaciones humanas

“Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta”

(San Agustín)

Sumar fuerzas, visiones y recursos son excelentes opciones para constatar, una vez más, que como seres interdependientes somos infinitamente más productivos cuando nos contamos como una sola Unidad. En la medida en que elevamos las vibraciones de la Conciencia y vamos constituyendo el tejido que llamamos Humanidad, de manera espontánea surge la necesidad de aportar y servir sin condiciones en el sendero del despertar.

Estamos constituidos de redes en todos los planos (físico, emocional y mental) que dan soporte y anclaje para que lo que vamos conquistando se consolide y así los yerros y tropiezos sean elevados al carácter de intentos y frutos que nos permitan desplazarnos en compañía de la confianza, la serenidad, la humildad y la calma. Todos estos sentimientos de armonía se tornan en mayores potencialidades porque hacen que el corazón se sincronice con el mundo de las ideas y se exprese a través del lenguaje del amor. De esto sólo pueden brotar acciones de benevolencia, encanto y certidumbre.

Una sola mirada, una sola palabra o un solo gesto, pueden ser suficientes para dar inicio a momentos sincrónicos de inspiración porque esas redes son portadoras intrínsecas de la eficiencia y la eficacia colectivas que derrumban el orgullo y legitiman la autenticidad. De esta manera el presente derrota las culpas y queda la estela como registro del impulso que se obtiene de lo trascendido para volver a la Fuente y recuperar el asombro.

Establecer un código relacional desde lo humano, el respeto, la escala de valores y el silencio cuando fuese necesario, seguramente sea sinónimo de acierto. Desde esos pilares son dictadas las mejores decisiones que, a no dudar, nos sobrepasan como individuos hacia el propósito mayor de lo colectivo sin olvidar la esencia de cada componente. Emerge entonces el poema que, uno a uno en sus versos, hace alusión a la posibilidad de allanar el camino tomados de la mano, con la convicción de que, de esta manera, sellamos el compromiso decidido y la apuesta por el resurgir del fervor, la pasión y el entusiasmo que hagan de cada uno de nuestros actos la mayor ofrenda hacia la consagración para honrar así la misión que nos fue confiada…

Alejandro Posada Beuth

Crea momentos felices

Crea momentos felices

Satisfacción, cambios, creatividad, innovación: todos elementos esenciales para disfrutar cada día que pasa y que, sin duda, nos permitir estrechar vínculos, lo cual es fundamental en la búsqueda de nuestra felicidad…

https://youtu.be/u_zLRYwXoJ0
Las 7 palabras y los 7 chakras

Las 7 palabras y los 7 chakras

Hemos vivido los rituales de la Semana Santa repetidamente pero, tal vez, no hemos descubierto los simbolismos maravillosos que se nos muestran algunos de los rituales más importantes. Hacemos aquí un paralelo entre Las 7 palabras, los 7 chakras mayores y la relación con nuestra energía.

https://youtu.be/KLbRrfYXYN0
La atención plena: un camino por recorrer

La atención plena: un camino por recorrer

“A donde vaya tu atención, irán tus emociones”

Ya desde las primeras semanas de vida van surgiendo intereses particulares en relación con lo que perciben nuestros órganos de los sentidos. Son tantas las informaciones que el cerebro comienza a procesar, que debemos filtrar muchas de ellas para enfocarnos en las que vamos considerando relevantes, seguramente motivados por lo que se insinúa como afinidades desde lo experimentado con agrado.

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De la aptitud y la actitud

De la aptitud y la actitud

“Las aptitudes suman… las actitudes multiplican”

Más allá de la biología, los talentos, las habilidades y los dones son alimentados desde la motivación y la disposición. Probablemente nuestros genes portan tintes y matices de privilegio que nos permiten tener ese “algo” innato que nos hace diferentes. Sin embargo, para llegar tan alto como nuestros sueños, no basta con ser aptos; es necesario contar con la inteligencia emocional y la asertividad que nos permitan rescatar la actitud correcta que, dicho sea de paso, depende de decisiones y acciones.

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El ser frente al hacer

El ser frente al hacer

“Solo es capaz de realizar sus sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto”
León Dandi

Ser “humano” es, de por sí, un compromiso. No es tan simple como el haber encarnado en un cuerpo físico que elegimos para habitar en este mundo. No es tan sencillo como el hecho de realizar una serie de funciones de supervivencia. Tampoco como el aprender algunas habilidades a partir de talentos de los que hayamos sido dotados. Ni mucho menos es reducir nuestra existencia a cuestiones meramente biológicas.

El hecho de “Ser” ya nos invita a desarrollar un grado de Conciencia suficiente, como para comprender que somos interdependientes y que por tanto debemos desarrollar la capacidad de crear vínculos o redes de soporte que nos permitan cumplir cabalmente con ese pedacito de misión que asumimos dentro de un Plan Mayor y al mismo tiempo nos mueva a dejar atrás los miedos o culpas que suelen ser las más grandes fuerzas limitadoras. Esa invitación es también a renunciar a seguir echándonos a cuestas el lastre del pasado y más bien rescatar la levedad (leve-edad, inocencia, espontaneidad, transparencia) que facilite nuestro “hacer” de una manera coherente, clara y orientada al ser-vicio (el vicio de Ser) y así, de esta manera, permitir que esa estela que dejamos al pasar pueda ser una guía clara para quienes nos sucedan.

Una inspiración y sincronización poderosas pueden ser herramientas fundamentales para tales propósitos y significa que también es menester conservar el entusiasmo y alegría en cada labor que desarrollemos. Esto es, producir dopamina y serotonina, moléculas de la pasión y alegría respectivamente, para que el motor de la intención, la determinación y el deseo, se mantenga encendido.

Para ser en el hacer debe existir siempre una buena dosis de humildad, sencillez y modestia que nos permita recordar que estamos conectados con esa Fuente Principal que dio origen a lo que somos y, además, que vale la pena honrar con cada acto el privilegio de ocupar el lugar que nos fue reservado para aportar en el más grande proyecto: ¡la vida!

Lo que parecía imposible, solo está tardando un poco más en manifestarse, esperando pacientemente a que nos dispongamos, porque estamos sólo a un pensamiento de cambiar nuestras vidas…

Alejandro Posada Beuth

Pensar y motivarse para el cambio.

Pensar y motivarse para el cambio.


Pretender realizar cambios exige contactarse con tu mente, tu corazón y tu entorno. Tomar decisiones desde la intención y la Conciencia. Controla tu razón y despierta tu motivación…

https://youtu.be/3Ump0pTSJFw
DE LA APTITUD Y LA ACTITUD

DE LA APTITUD Y LA ACTITUD

“Las aptitudes suman… las actitudes multiplican”

Más allá de la biología, los talentos, las habilidades y los dones son alimentados desde la motivación y la disposición. Probablemente nuestros genes portan tintes y matices de privilegio que nos permiten tener ese “algo” innato que nos hace diferentes. Sin embargo, para llegar tan alto como nuestros sueños, no basta con ser aptos; es necesario contar con la inteligencia emocional y la asertividad que nos permitan rescatar la actitud correcta que, dicho sea de paso, depende de decisiones y acciones.

El reto consiste en desafiar nuestro temperamento heredado y pulir el carácter, de manera responsable, a partir del entorno que fabricamos. Además, se basa en cuestionarnos sobre ¿Cuánto estamos dispuestos a hacer y de qué forma? ¿Hasta dónde llegan nuestros límites para adaptarnos? ¿Cuál es nuestra capacidad de valorar y agradecer? ¿Qué tanta magia, gracia y voluntad ponemos a cada acto? ¿Cuánto tiempo nos atrevemos a estar despiertos para realizar aquello que ocupa el rincón de nuestras fantasías e ilusiones?

Vale la pena pintar de esperanza los esfuerzos. De dicha y aventura los dramas. Optar por el consuelo y el sosiego ante la angustia. Magnificar las ambiciones y quimeras. Reemplazar la fatiga por pasión y algo de locura. La desilusión por buen humor y optimismo. Atreverse en lugar de reprimirse y comenzar sin postergar para llenarse de sensaciones todas nuevas. Acariciar y contemplar cada día a sabiendas de que no habrá otro igual y así poder “recordar el futuro” desde el presente de tu corazón.

Dosificar la respuesta ante la crisis puede transmutarla en fuente de alegría y aprendizaje. La sabiduría evita el desborde de las emociones y conduce a la prudencia, el silencio y la pausa. Los momentos de inspiración surgen de ellos y van de la mano del Humilde y del Maestro como testigos de la evolución de la Conciencia.

¡El potencial está allí! Depende de cada uno dar el primer paso y eso es actitud. Es claro que todo puede cambiar a partir de esa decisión que espera pacientemente el justo momento para nacer de nuevo a lo esencial y renunciar a lo prescindible. Cada instante es propicio si hay cabida para la audacia y la determinación provenientes de las profundidades del ser genuino que invita a la reflexión. Es tan simple como renunciar a la duda. El tiempo de procrastinar ha pasado…

Alejandro Posada Beuth

EL ETERNO APRENDIZ

EL ETERNO APRENDIZ

“El verdadero viaje de aprendizaje consiste en no buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos” (Marcel Proust)

El cerebro humano cuenta con cien mil millones de neuronas en promedio, que pueden generar algo así como cien trillones de conexiones y almacenar 280 trillones de bits de información. Cifras para nada despreciables, pero tal vez más importante aún, es el hecho de que el proceso de aprendizaje no se detiene mientras haya vida. Si estuviéramos recibiendo y almacenando información las 24 horas del día, tardaríamos unos 1.500 años para copar la capacidad de este órgano que, a pesar de su tamaño, (2% del cuerpo) consume el 20% de la energía total del organismo.

Sin embargo, ser un eterno aprendiz, un principiante, un alumno de la vida, exige conservar la humildad como una de las más altas virtudes, acompañada de una actitud de apertura, entusiasmo y renuncia a la crítica, que permita que esa mente del aspirante esté llena de posibilidades. La capacidad de asombro, la creatividad y el optimismo son requisitos indispensables para acceder a la infinita riqueza del conocimiento.

Proyectarse hacia la excelencia desde ese eterno aprendiz es activar la modestia y la paciencia. Es también atreverse a aprender de los otros y con los otros para generar la confianza suficiente como para que los vínculos afectivos se conviertan en los mejores maestros y facilitadores de los procesos y experiencias de formación. Es seguir maravillándose con las pequeñas cosas: contemplar un amanecer, disfrutar de la lluvia o contagiarse con la sonrisa de un niño. Es dejar a un lado la vanidad, con la que puedes ganar una batalla, para dar paso a la humildad con la que puedes evitar ir a la guerra, sin ser pusilánime pero sí reconociéndote vulnerable. Es aprender a decir “lo siento” o simplemente “no sé”. Es trascender la soberbia desde la dignidad y diferenciar el servicio del servilismo. Es enterarte de tus limitaciones para actuar en consecuencia. Es renunciar al status para mirar hacia abajo desde la compasión. Es aceptar o dar un consejo en el justo momento. Es honrar al otro en lugar de presumir.

Aprender es, además, aprehender: tomar lo mejor de tu entorno para conservar la ilusión y la alegría suficientes como para permitirte mantener a flor de piel tu capacidad de gozo, de alimentar tus sueños y de encontrar razones para que cada segundo sea vivido intensamente desde la ternura y fuerza de tu corazón…

Alejandro Posada Beuth

Motivarse para el cambio.

Pretender realizar cambios exige contactarse con tu mente, tu corazón y tu entorno. Tomar decisiones desde la intención y la Conciencia. Controla tu razón y despierta tu motivación…

https://www.youtube.com/watch?v=3Ump0pTSJFw